Descubrí algo hoy. Creo que es injusto no poder mirarte a los ojos ahora y que mi tiempo se desarme en el espacio vacío de vos. Creo que es injusto sentirte tanto, en el pecho y en la garganta, y que en mis manos no quepa más que un ramo de fresias lilas y un puñado de mis palabras.
Descubrí algo hoy. Creo que te extraño, no porque tenga la necesidad imperante de tenerte conmigo todo el tiempo, no soy tan tonta, sino porque extraño la familiaridad con la que ocupás mi habitación y con la que pintás mis paredes de tus colores favoritos.
Descubrí algo hoy, y es que a mí, que estoy obsesionada con hacer las cosas bien, no me importaría equivocarme con vos. Que tengo los ojos cerrados y que no me importa caer. Descubrí que quisiera saberte de memoria y recitarte como a mi poema favorito.
Quizás puedan iluminarme tus soles y abrazarme tus brisas.
Quizás te alcancen mis palabras y mis fresias lilas.